Hay pruebas de que originalmente Mateo escribió su Evangelio en hebreo tan solo ocho años después de la muerte de Jesús. Es posible que él mismo lo tradujera al griego.

Se calcula que el Evangelio de Mateo contiene alrededor de un centenar de referencias a las Escrituras Hebreas. Unas 40 son citas directas.

Parece que Mateo escribió su relato de la vida de Jesús pensando principalmente en los lectores judíos.

Mateo había sido cobrador de impuestos; quizá por eso habló de manera específica sobre unidades monetarias y cifras (17:27; 26:15; 27:3).

Solo Mateo menciona que Jesús señaló vez tras vez la importancia de mostrar compasión además de hacer sacrificios (9:9-13; 12:7; 18:21-35).

Mateo usa el término Reino más de 50 veces.

En los primeros 18 capítulos, Mateo destaca el tema del Reino. Por eso no narra todos los acontecimientos en orden cronológico. Sin embargo, los hechos de los últimos 10 capítulos (del 19 al 28) en su mayor parte sí están ordenados cronológicamente.

Más del 40 % del contenido del Evangelio de Mateo no se encuentra en ningún otro Evangelio. Esto incluye por lo menos 10 parábolas: la mala hierba entre el trigo (13:24-30), el tesoro escondido (13:44), la perla muy valiosa (13:45, 46), la red de pesca (13:47-50), el esclavo que no quiso perdonar (18:23-35), los trabajadores y el denario (20:1-16), el padre y sus dos hijos (21:28-32), la boda del hijo del rey (22:1-14), las 10 vírgenes (25:1-13) y los talentos (25:14-30).