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REPÚBLICA DOMINICANA

La predicación en criollo haitiano

La predicación en criollo haitiano

Se predica a quienes hablan criollo haitiano

La predicación en español está teniendo muy buenos resultados. Pero también han aceptado nuestro mensaje de esperanza personas que hablan otros idiomas y que se han mudado al país. Por ejemplo, aunque la relación entre la República Dominicana y Haití, el país vecino, no siempre ha estado libre de tensiones, hay miles de haitianos trabajando en la República Dominicana, y en los últimos años se han mudado muchos más. En Haití se hablan el francés y el criollo haitiano, pero la mayor parte de la población entiende mejor este último.

Por años, las personas que hablaban criollo haitiano y mostraban interés en la verdad tenían que ir a congregaciones en español si querían seguir progresando en sentido espiritual. A fin de darles más atención, en 1993 el Cuerpo Gobernante le pidió a la sucursal de Guadalupe que invitara a algunos precursores especiales que servían en su territorio a mudarse a la República Dominicana para predicar en criollo haitiano. Barnabé y Germaine Biabiany fueron una de las tres parejas que se ofrecieron a ir. Él comenta: “Al principio solo teníamos dos folletos en criollo haitiano, todo lo demás estaba en francés. Así que teníamos que traducir del francés todas las publicaciones”.

En enero de 1996 había nueve publicadores en Higüey y diez en Santo Domingo que estaban dispuestos a apoyar un grupo en criollo haitiano. Se formaron dos grupos —uno en cada ciudad— que con el tiempo se hicieron congregaciones. No obstante, acabaron disolviéndose, ya que muchos haitianos querían aprender español y preferían ir a congregaciones de habla hispana. Barnabé explica: “Nos reunimos con el Departamento de Servicio, y pareció que lo más recomendable era suspender, por el momento, la predicación en criollo haitiano”.

Resurge la predicación en criollo haitiano

En el 2003, el Cuerpo Gobernante envió a los misioneros Dong y Gladys Bark a la República Dominicana para que predicaran en criollo haitiano. Sirvieron en Higüey por dos años y comenzaron a ver buenos resultados. En consecuencia, el 1 de junio de 2005 se volvió a formar una congregación en criollo haitiano. Dong Bark, Barnabé Biabiany y otro misionero llamado Steven Rogers viajaron incansables por todo el país cultivando el interés de los haitianos por la verdad.

Los haitianos siguieron aceptando el mensaje y se formaron más congregaciones. El 1 de septiembre de 2006 se estableció el primer circuito del país en criollo haitiano, con siete congregaciones y dos grupos. El hermano Barnabé Biabiany era quien visitaba las congregaciones.

En los años siguientes se asignó a varios misioneros a la República Dominicana a predicar en criollo haitiano. También llegaron para colaborar muchos voluntarios procedentes de Canadá, Estados Unidos, Europa y otros lugares. Además, se encargó a un grupo de hermanos capaces el diseño de un curso para que hermanos extranjeros y dominicanos aprendieran el idioma.

Cuando alguien que no es de Haití habla en criollo haitiano, muchas personas dan por sentado que es testigo de Jehová

El hecho de que tantos dominicanos estén esforzándose por aprender el criollo haitiano está teniendo un profundo impacto en la gente de Haití. Cuando escuchan a los publicadores dominicanos explicarles las verdades bíblicas en su idioma, se sienten más relajados y están más dispuestos a escuchar el mensaje del Reino. Hay tantos hermanos que han aprendido el idioma, que cuando alguien que no es de Haití habla en criollo haitiano, muchas personas dan por sentado que es testigo de Jehová.

Interesarse en personas de otras culturas tiene un efecto positivo, como lo demuestra la siguiente experiencia. Una precursora dominicana que asistió a un curso de criollo haitiano encontró en la predicación a un matrimonio de Haití interesado en la Biblia. Más tarde fue a visitarlos para empezar a darles clases bíblicas. “Al llegar —cuenta ella—, saludé a la señora con un beso en la mejilla, como es la costumbre entre las dominicanas. Pero la señora se echó a llorar. Cuando le pregunté si le pasaba algo, me dijo: ‘En todos los años que llevo en este país, es la primera vez que alguien me saluda con un beso’.”

Jehová ha bendecido los esfuerzos de los hermanos que predican en criollo haitiano, como lo demuestra el extraordinario aumento en el número de personas que abrazan la verdad. Para el 1 de septiembre de 2009, había 23 congregaciones y 20 grupos, así que se formó un segundo circuito en criollo haitiano. La asistencia a la Conmemoración en el 2011 también demostró el gran potencial de crecimiento. Por ejemplo, los 11 publicadores de la pequeña localidad de Río Limpio recibieron, muy emocionados, a 594 personas. Y cuando se hicieron planes para celebrar la Conmemoración en la ciudad de Las Yayas de Viajama, donde no hay publicadores, 170 personas estuvieron presentes. En septiembre de 2011, había en la República Dominicana 33 congregaciones y 21 grupos en criollo haitiano, lo que llevó a que en el 2012 se formara otro circuito.

Las sucursales de la República Dominicana y Haití han colaborado entre sí para dar entrenamiento a hermanos de ambos países. Una muestra de ello es que se llevaron a cabo cinco clases de la Escuela Bíblica para Varones Solteros y cuatro clases de la Escuela Bíblica para Matrimonios Cristianos en criollo haitiano.

Una clase de criollo haitiano