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El dilema de un estudiante

El dilema de un estudiante

Pedro se revuelve inquieto en su silla y siente que se le forma un nudo en el estómago. Su profesora, a quien le tiene un gran respeto, ha terminado de explicar cómo Charles Darwin y su teoría de la evolución impulsaron el conocimiento científico y liberaron a la humanidad de las creencias supersticiosas, y ahora pide a los estudiantes que expresen su opinión.

El joven se ve en un dilema. Sus padres le han enseñado que Dios creó la Tierra y todos los seres vivos que hay en ella. Dicen que el relato bíblico de la creación es fidedigno y que la evolución no es más que una teoría, una teoría que no cuenta con el aval de las pruebas. Tanto su profesora como sus padres tienen las mejores intenciones. Por eso, ¿a quién creer?

Esta situación se repite año tras año en miles de aulas por todo el mundo. ¿Qué deben hacer Pedro y otros estudiantes como él? ¿No le parece a usted que es un asunto sobre el que tienen que decidir por sí mismos? En efecto. Necesitan examinar las pruebas a favor de la evolución y de la creación y decantarse por una de las dos.

De hecho, la Biblia desaconseja creer a ciegas lo que otros dicen, advirtiendo: “Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos” (Proverbios 14:15). La Biblia anima al cristiano a emplear su “facultad de raciocinio” para comprobar personalmente todo lo que le enseñen (Romanos 12:1, 2).

La presente obra no tiene como fin apoyar a los grupos religiosos que luchan por que en las escuelas se enseñe la creación. Su objetivo es examinar algunos postulados de quienes afirman que la vida apareció espontáneamente y que el relato bíblico de la creación es un mito.

Centraremos la atención en la célula, por ser esta la unidad fundamental de los seres vivos. El lector encontrará datos asombrosos sobre la estructura celular y tendrá ocasión de analizar los supuestos en que descansa la teoría evolucionista.

En algún momento de la vida, todos debemos plantearnos la cuestión: “¿Es la vida obra de un Creador, o producto de la evolución?”. Lo más probable es que usted ya haya cavilado sobre el particular. Este folleto le ofrece solo una muestra de las abundantes pruebas que han convencido a numerosas personas de que la vida es obra de un Creador.