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 TEMA DE PORTADA | ¿DE QUÉ HABLA LA BIBLIA?

Lo que Dios hizo para salvar a la humanidad

Lo que Dios hizo para salvar a la humanidad

Dios le prometió a su siervo Abrahán que la predicha “descendencia” vendría de su familia. Sería una persona mediante la cual recibirían bendiciones todos los habitantes de la Tierra (Génesis 22:18). Más tarde, Jacob, nieto de Abrahán, se mudó a Egipto. Allí, su familia siguió creciendo hasta convertirse en la nación de Israel.

Posteriormente, un tiránico faraón esclavizó a los israelitas. Para sacarlos de Egipto, Dios hizo que el profeta Moisés dividiera milagrosamente las aguas del mar Rojo. Después de aquello, les dio leyes a fin de guiarlos y protegerlos. Entre estas se hallaban los Diez Mandamientos y las que les exigían hacer ofrendas por el perdón de pecados. Por inspiración divina, Moisés dijo a los israelitas que Dios enviaría otro profeta. Dicho profeta sería la “descendencia” prometida.

Cuatro siglos después, Dios prometió al rey David que la “descendencia” tendría un gobierno que duraría para siempre. Esta “descendencia” resultó ser el Mesías, el Libertador nombrado por Dios para salvar a la humanidad y convertir la Tierra en un paraíso.

Dios fue revelando más y más datos sobre el Mesías por medio de David y otros profetas. Estos predijeron que sería humilde y bondadoso. Su reino eliminaría el hambre, las injusticias y la guerra y todos sus súbditos vivirían en paz entre sí y con los animales. Las enfermedades, el sufrimiento y la muerte —que Dios nunca quiso que existieran— desaparecerían. Además, quienes hubieran muerto volverían a vivir en la Tierra.

Dios predijo mediante Miqueas que el Mesías nacería en Belén, y mediante Daniel, que lo matarían. No obstante, Dios lo resucitaría y lo nombraría Rey en el cielo. Daniel escribió que el Reino del Mesías reemplazaría para siempre a todos los gobiernos de la Tierra. Ahora bien, ¿vino el Mesías tal y como se había predicho?

(Basado en Génesis 22 a 50 y en Éxodo, Deuteronomio, 2 Samuel, Salmos, Isaías, Daniel, Miqueas y Zacarías 9:9.)